Leiva

«La adrenalina es una anestesia natural«

Tom Black: ¿Quién es Leiva?

LEIVA: Pues, un tipo de 35 años que siempre soñó con ser futbolista y ha terminado haciendo música.

TB: ¿De Madrid, no? ¿Qué es para ti Madrid?

LEIVA: Bueno Madrid es… los olores de la Casa de Campo, los campos de fútbol de la Prosperidad, el Siroco… es como las cosas más importantes de mi vida. El escenario siempre ha sido Madrid, a mí me gusta mucho el campo, pero todo el ajetreo y toda la autenticidad están en Madrid… Me parece el lugar más bonito para vivir. Una ciudad maravillosa y llena de oportunidades. Llena de cosas muy grandes y también de sitios artesanos muy pequeños. Yo creo que Madrid lo tiene todo.

TB: Si me tuvieras que decir un rincón favorito…

LEIVA: Pues probablemente el parque del Capricho, es un parque alucinante muy poco conocido. Me he ido muchas veces ahí con la guitarra…Un sábado a primera hora como a las diez de la mañana creo que es mi sitio favorito de Madrid.

TB: ¿Veinte años atrás eras el mismo?

LEIVA: Pues yo creo que era el mismo, pero creo que tenía la ilusión y la emoción por las cosas intacta, creo que tenía menos miedos. Conforme me he hecho más mayor, creo que me he hecho más vulnerable. Yo veo al chaval de hace veinte años y veo un chaval más seguro y con una vida más simple, y a veces lo echo de menos.

TB: ¿Qué nos cuentas de esa época? ¿Eras más de copla?

LEIVA: No, hace quince años ya tenía mi propia banda, que se llamaba Mala Hierba, tenía una ilusión por la música que creo que todavía mantengo. Pero no tenía todavía la consciencia de los problemas del mundo y me he hecho tan sensible a tantas cosas que probablemente disfruto más de la vida, pero sufro más. Con quince años creo era más inocente y la inocencia para mi tiene mucho que ver con la libertad….y con la felicidad.

 

TB: Cuando tenias 20 años eras un chaval con hambre de triunfar y mostrar al mundo lo que tienes dentro…A día de hoy, ¿Te imaginabas esto así?   

LEIVA: No, es que esto… Conforme vas aprendiendo un oficio hay algo de la magia que se va perdiendo. Porque entiendo que la gente que trabaja en televisión, ahora ve E.T y está pensando en cómo se hizo, los efectos especiales y esa magia de no tener ni idea es muy potente. Yo cuando empecé con la ilusión de tocar y llenar la sala Siroco, claro no sabía nada, todo era nuevo y todo era alucinante. Ahora que estoy trabajando en esto, y llevo veinte años casi, he visto la cara que no quería haber visto del oficio de la música, pero soy mucho más consciente de lo que es vivir de la música en estos tiempos, y yo soy un privilegiado. De poder hacer la compra y poder irme a no sé, a comer un menú a un sitio y poder pagarlo con la música. Es un privilegio brutal, por lo tanto, a día de hoy solo puedo estar agradecido.

TB: Y en tus primeros conciertos, que no te conocía nadie ¿Qué sentías? ¿Te decías algo a ti mismo para coger fuerza?

LEIVA: Pues mucha ilusión, por mostrar las canciones. Yo siempre he sido un enamorado de las canciones y siempre me ha parecido una vía de comunicación alucinante. Viajar a un sitio donde no saben tu nombre, es tocar una canción y crear una empatía con ellos.  Yo siempre he sido un apasionado de eso, siempre me ha parecido alucinante que la gente se comunicara, que un chino se comunicara con un árabe y no coincidieran en una sola palabra, pero la música hiciera que pudieran acercarse. El poder de la música siempre me ha parecido alucinante.Hasta que yo empecé a vivir de la música, pasaron tres discos, que fueron seis años donde había muy poca gente en los conciertos, al principio ninguna. Pero la ilusión anestesia todo eso, yo no salía al escenario y no veía a nadie y sufría.

Nunca fui consciente de que estábamos fracasando. Yo nunca sentí el fracaso, incluso cuando fracasábamos aplastantemente, porque estuvimos muchos años yendo a tocar a sitios para ocho o diez personas. Nunca sentí esto como un oficio, que tenía que trabajar y era un coñazo. Yo siempre fui feliz con esto (…) Es un trayecto largo. Entendí que esto es una carrera de fondo. Para mí el éxito es vivir de lo que te gusta y me proyecto con setenta años haciendo discos como hace Dylan, y para mi ese es el éxito.

La popularidad es el peaje del éxito, no es el éxito. La fama y la popularidad para mi es lo peor del éxito, es la calderilla del éxito. Yo quisiera hacer discos, poder tener una cama y un plato caliente, si eso lo puedo cubrir con la música, para mi ese es el éxito.

TB: ¿Por qué Leiva?

LEIVA: Bueno porque cuando era pequeño jugaba en un equipo de fútbol y tuve un entrenador durante muchos años que nos cambió el nombre  a todos los niños del equipo. Al final todos los niños, han pasado casi treinta años y a ninguno nos llaman como nos llamamos. Él decía que me parecía a un jugador del Atlético de Madrid que se llamaba Leivinha y me empezó a llamar Leivinha y de Leivinha, me quedé en Leiva. Pero esta Jensen, Gullit, Chendo, Rijkaard… a todos los cambiaron el nombre y a día de hoy a todos nos llaman como un futbolista. De hecho, hay uno que se llama Miguel que jugaba de lateral y le llamaba Alvarito como un jugador de la Real, y es Alvarito y se llama Miguel. A todos nos han cambiado el nombre, pero me gusta sí.

TB: ¿Y por eso eres del Atleti?

LEIVA: No, a mí no me viene por mi casa. Hay gente que es del Atleti por su familia o sus padres, pero esto es una decisión que algún momento tomaría en el colegio por algo desconocido.

TB: ¿Por rebeldía?

LEIVA: Por rebeldía o por que algún amigo, o a algún tipo que admiraba era del Atleti y yo soy del Atleti desde que era pequeño, que probablemente no supiera ni lo que era. Y poco a poco me fui enamorando del equipo y mira, antes de ayer vi un partido importante del Atleti. No soy un fanático, voy al Bernabéu a ver partidos, voy al Camp Nou a ver partidos, voy al campo del Athletic de Bilbao… Me gusta mucho el fútbol. Puedo disfrutar de un buen partido del Madrid, por ejemplo, pero hay una emoción en el equipo…de trabajo. Creo mucho en la filosofía que tiene el Cholo Simeone, no sé, me gusta.

TB: ¿Y por qué Pereza?

LEIVA: Pues Pereza fue la primera canción que hicimos. En su día, cuando empezamos, nos juntamos e hicimos en el año 99. Los nombres siempre tienen un sentido bastante absurdo, menos profundos de los que parecen, los nombres de las bandas. Siempre es una decisión absurda.

TB: Creo que estamos de acuerdo en que tienes un estilo propio… ¿Qué prenda no puede faltar en tu armario?

LEIVA: Probablemente unos vaqueros con años…con historia. O una camiseta con corte de los 70, que haya llevado mucho tiempo también.

TB: ¿Tu último traje?

LEIVA: Pues mira, me hizo un traje a medida una amiga hace 4 años. Un traje marrón, con solapas y como de los 70 que estuve utilizando mucho con el primer disco, con Diciembre, el primer disco que hice después de Pereza. Y es un traje que he gastado bastante, así que quería cambiar. Por eso estoy aquí para ponerme mi chaqueta verde de terciopelo, que tantas ganas tenía de hacerme. Lo que pasa es que he venido a por una chaqueta y he salido con un abrigo, unos botines y una chaqueta…me encanta lo elegante que es este sitio.

TB: Al final lo que vendemos aquí, es que cada uno tiene su propio estilo.

LEIVA: Si, probablemente, venga yo a hacer esto y probablemente venga un director de una multinacional; y podamos convivir con la misma ropa. Esa es la clave de la línea que tenéis. Lo que más me ha gustado de este sitio, independientemente de lo que tengáis, ha sido la pasión con la que curran estos chicos que me he encontrado y eso mola. La gente que es muy apasionada de lo que hace se nota, y por eso he vuelto.

TB: A día de hoy cuando subes al escenario y te encuentras con un anfiteatro con miles de personas cantando tus canciones… ¿Qué se te pasa por la cabeza? ¿Qué sientes ahí?

 LEIVA: Bueno, ese es el premio que te llevas. Que empieces en una habitación haciendo una canción, buscando un verso que case con una melodía y que llegue un momento que eso deje de ser tuyo y sea de los demás. Una chica una vez vino con su marido y con su hijo pequeño y me dijeron, tus canciones son más mías que tuyas. Eso es lo más bonito que me han dicho nunca. Ese es el premio, ¿no? Que realmente seas la banda sonora de la vida de alguien, eso es alucinante.

Y no sé, irte a tocar a Argentina que está a no sé cuántos miles de kilómetros, salgas al escenario y la gente este cantando una canción tuya. Si te paras a pensarlo es brutal que eso ocurra, es brutal.

TB: Si te digo adrenalina que contestas.

Contesto salir a tocar, por ejemplo, en Madrid. Están todos los ojos, la familia, los amigos… Creo que Madrid es el show más adrenalítico de la gira y ahí hay un punto en el que si te pones malo, te duelen no sé, te has hecho un esguince en un tobillo, tienes una faringitis…sales al escenario y la adrenalina elimina cualquier tipo de síntoma. Es como una anestesia natural alucinante. Y en los conciertos de Madrid suelo tener un volumen de adrenalina, que si hubiera un medidor estaría por encima de lo recomendable para la salud.

 

 TB: Esteban Granero estuvo aquí y nos ha chivado que le pasas tus canciones y te da consejos.

Sí, desde hace muchos años. Esteban en concreto, más que consejos, tiene una visión de un espectador real. Tú cuando escribes canciones, te juntas con tu equipo de trabajo que no dejan de ser trabajadores de la música y tener una opinión contaminada por objetivos. Entonces al final la opinión más importante es la de un tipo que se compra tu disco y te va a ver. Es con la gente con la que tienes que conectar.

Esteban es un fan de la música, que consume música. Le paso mis canciones a guitarra y voz antes de estar grabadas. Él las mete en el coche, las está escuchando una temporada y luego voy  a verle; a él y a Marta, su chica. Me subo a su casa y les pregunto, y ellos me dan sus sensaciones; que son muy importantes. Ya es un ritual para mí, es algo supersticioso; termino mis canciones, se las mando, y las cosas que me dicen son muy importantes para mí porque no tienen filtro. Confío mucho en su primera impresión.

TB: Un consejo, para alguien que tiene hambre por conseguir su sueño, que hace lo que le gusta…

LEIVA: Me cuesta dar consejos…en concreto si estuviera haciendo música un chaval joven, yo que tengo 35 años y no sé nada de la vida, el único consejo que le daría es que intente hacer canciones bonitas. Lo más importante es hacer canciones bonitas, es el único consejo que le diría.

TB: ¿Qué es para ti Tom Black?

LEIVA: Gente apasionada, haciendo algo en lo que creen y que lo contagian. Me han contagiado de una pasión por hacer las cosas, y yo creo en la gente que hace las cosas desde el corazón.