Mr. Black

ENRIQUE DEL RÍO

Conociendo A: El Madrileño Fundador De La Galería We Collect

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¿Quién es Enrique del Río?

«Una persona muy normal, a la que siempre le ha apasionado el arte. Quise estudiar fotografía e historia del arte y lo hice. A partir de ahí, una persona muy humilde y trabajadora que se ha dedicado toda su vida al arte.»- ER

TomBlack: Dices que eres humilde. ¿Qué es para ti la humildad?

Enrique del Río: Ser uno mismo. Más que un tema de tener o no tener, es ser sincero contigo mismo y con los demás. Proyectarte como eres en el ámbito personal como laboral. Yo creo que eso es sencillo y humilde, ser, digamos, justo contigo mismo.

TB: Estoy de acuerdo. Sé que eres de aquí, de la capital. ¿Qué es para ti Madrid?

Enrique: Para mi Madrid es la capital del mundo. Yo tenía un dilema cuando era pequeño. Empecé muy joven con el arte, con 19 años monté mi primera empresa y estuve 10 años ahí. Nunca me había podido ir al extranjero. Ni cuando estudiaba, con una beca, ni de erasmus ni nada de eso, ir a vivir fuera, era uno de los pendientes que yo tenía. Después tuve la oportunidad de irme un año, no te digo casi sabático, porque iba a estudiar, pero también a disfrutar todo el mundo del arte en Londres. Luego, por casualidad del destino, tuvimos una galería ahí tres años. Entonces, yo siempre he tenido un dilema: ¿A mí me gusta realmente Madrid, o es porque soy de Madrid, mi familia es de aquí y me he criado en Madrid toda la vida y también por eso, pues he aprendido la forma de ser de esta ciudad? Pero luego me di cuenta de que no. Me di cuenta de que es una gran capital que tiene las cosas buenas de las grandes capitales y no tiene las cosas malas de las grandes capitales. La extensión por ejemplo, no es París, ni Ciudad de México, ni Londres. En Madrid lo disfrutas todo, puedes cruzártelo casi en 40 minutos. La vida se hace en los barrios del centro. Y, por otro lado, la calidad de vida de los madrileños es maravillosa, somos muy disfrutones. En otras capitales la gente está ahí para trabajar y luego se van y nosotros no. Aquí al revés, la gente está deseando que llegue el fin de semana para disfrutar Madrid.

TB: Si tuvieras que definir lo mejor y lo peor de Madrid, ¿Qué dirías? 

Enrique: Lo mejor es la gente. Al final, casi no hay madrileños de nacimiento. Llevas aquí dos años y ya eres madrileño. Cuando iba al colegio toda mi clase y mi curso era de Madrid, del barrio, y al llegar a la universidad, era yo el único madrileño real, todos los demás venían de fuera. Yo creo que así se conforma Madrid y es por la forma de ser de los madrileños. Madrid es al final la familia que tu elijes y los que están aquí es porque quieren, porque disfrutan, haciendo que al final disfrutemos todos. Lo peor, nunca me lo he planteado la verdad, no sé qué decir.

TB: De hecho, Madrid es una ciudad que ha evolucionado mucho, ¿No crees? Y ya no sólo después de la pandemia… 

Enrique: Madrid está absolutamente eléctrico. No solo porque después de la pandemia ha sido la única ciudad que ha mantenido todo y la ciudad que ha seguido adelante, si no por todo. Como se están activando determinados barrios, como se está activado la hostelería, el comercio, la alegría… ¿no? Vas a otras ciudades y no es así. Yo he tenido la oportunidad de viajar en estos dos años, por temas de trabajo, y la verdad que, como en Madrid, en ningún sitio. Se están abriendo más negocios que nunca, todo se está expandiendo, y sobre todo se palpa una alegría tremenda. La gente ha decidido que quiere vivir y eso es muy bonito. Independientemente del drama de todo esto la gente ha decidido que no quiere cinco años más así, que quiere vivir, y es lo que define Madrid, al final, Madrid está mejor que nunca.

«El estilo es el resumen de lo que has vivido, aprendido, estudiado y esforzado. En definitiva, de la vida que has tenido.»

TB: Si nos tuvieras que recomendar un lugar en particular en Madrid, ¿Cuál sería?

Enrique: A mí, lo que más me gusta de Madrid es tener «tu barrio», tener esa vida y el que por un lado eres una persona anónima, pero por otra eres absolutamente conocida. Me paseo por aquí y conozco a todos los vecinos, bares, locales… Pero Madrid tiene sitios muy bonitos, y a sus alrededores, pueblos preciosos. Además, recuerdo que en Londres todo el mundo se cogía un avión para irse a otros lados, aquí lo tienes a media hora, es una pasada.

TB: En relación a tu profesión y pasión, el arte, ¿Cuál es tu visión del arte actual?

Enrique: Vengo de historia del arte y mi mentalidad es pensar que somos parte de la historia, no el final de la historia. Esa es mi visión del arte. Nosotros estamos creando ahora, todo lo que nos ha tocado vivir, son revoluciones muy importantes en todos los aspectos, y los artistas tienen que reaccionar positiva o negativamente ante estas situaciones. Todo lo que antes podía durar 100 años, ahora dura 5. Es un poco lo vorágine de la historia. Es muy interesante como estando todo globalizado, el artista habla de las preocupaciones que tiene en el tiempo en el que vive. Un artista es una persona que necesita crear, independientemente de que gane dinero o no, es una persona que necesita sacar todo lo que lleva dentro. La diferencia entre tú, yo o un artista es el talento. Porque al final todos necesitamos sacar algo de dentro. Hay unos que hacen deporte, hacen yoga, hacen boxeo, otros que van al psicólogo, otros que se pegan por ahí, ¿No? Al final tú tienes que sacar lo que tienes dentro, y la diferencia con los artistas es que es gente que tiene talento para crear y para convertir esas preocupaciones o intereses que tenga en auténticas maravillas. Eso ha ocurrido siempre, lo que pasa que ahora, la capacidad que tenemos de conocer todo lo que hace todo el mundo, en todas partes del mundo, es alucinante. Las revoluciones que hay ahora, por ejemplo, a nivel tecnológico. Las posibilidades que tienen los artistas para crear, que ya no es solo pintura, escultura… todo eso ya son especialidades clásicas. Ahora hay una auténtica revolución con todo tipo de lenguajes tecnológicos que son bestiales. Yo no paro de pensar realmente cuando el metaverso sea una realidad, que es algo paradójico, que bueno, ya lo está siendo, pero cuando estemos todos ahí, las posibilidades que van a tener los artistas de crear ahí e inventarse lo que quieran, será una pasada. Y de eso todos somos testigos. Y ahí es donde el arte tiene un papel fundamental.

TB: Y dentro de ese presente-futuro que describes, ¿Cuál es tu visión con la galería We Collect?

Enrique: Hay dos visiones con We Collect. Una visión es en un aspecto personal, en mi caso personalmente, y en el de la gente que me acompaña, queremos dedicarnos al arte toda la vida. Mi pelea personal ha sido siempre dedicarme a lo que realmente me gusta. No quiero entrar en el tópico que dicen, de que te tiene que gustar hasta que no sea o lo sientas un trabajo, porque tampoco es eso. Tienes una dedicación y una responsabilidad. Pero sí que es verdad que es un lujo hoy en día poder dedicarte a lo que te gusta. Para mí esa siempre ha sido mi pelea.

Y luego, hay otra parte más profesional. Queremos aportar nuevos compradores, nuevos amantes del arte, nuevos coleccionistas, así como lanzar y ayudar a la carrera de los artistas. En We Collect nos han dicho muchos coleccionistas que les hemos cambiado la vida literalmente. Es increíble. De este modo descubres una pasión, una comunidad y que hay otras personas en tu ciudad, en tu barrio y en el mundo que tiene tus mismas inquietudes y gustos. En eventos de We Collect se han creado parejas, negocios, hijos, amigos, etc. y llega un punto en el que te das cuenta de que no es sólo un negocio, es una comunidad.

TB: Antes me comentabas que todo el mundo tiene cavidad dentro del arte y me hablabas de esa relación que existe entre el arte y el estilo, ¿Cómo lo relacionas tú?

Enrique: Sí, todo el mundo tiene cavidad en el arte, todo depende del conocimiento que tengas sobre algo. El cómo se ve desde fuera es distinto a cómo lo veo yo, que estoy dentro. seguramente a vosotros con la moda os pase igual. El cómo vosotros veis una prenda y sabéis lo que hay detrás, pero alguien de fuera la ve y le parece una maravilla, algo perfecto… algo distinto. Y con el arte igual. Al final se trata de disfrutar. No es cuestión de obsesionarse. Una persona que compra una pieza es porque tiene empatía con esa pieza y al final ha conectado con el artista. Cuando eso lo llevas a 100 piezas, 200 piezas, 300 piezas, en tu casa, tu colección entera, es como tu vestuario. Yo puedo ver como es una persona por las obras que tiene, así como por la manera de vestir.
Son formas de expresarse y proyectarse.

TB: Entonces, ¿Qué es para ti el estilo?

Enrique: Es el resumen de lo que has vivido, aprendido, estudiado y esforzado. En definitiva, de la vida que has tenido.

TB: ¿Dirías que tienes estilo?

Enrique: Quiero pensar que sí, porque tengo claro lo que quiero proyectar, así que me imagino que de alguna manera lo tendré. Soy muy básico para vestir en mi día a día, por ejemplo.

«Dime cómo vistes y te diré quién eres, ¿no? Pues dime que obras tienes y te diré quién eres.»

TB: El estilo que tienes ahora, ¿Lo has tenido siempre?

Enrique: He ido cambiando. De hecho, cuando empecé en el mundo el arte me vestía para parecer mas mayor, porque con 19 años nadie me tomaba en serio, así que vestía más formal, para parecer mayor. Pero a día de hoy, con todo lo que he conseguido, he entendido que tu forma de vestir o de proyectarte no implica ser mejor ni peor en lo que haces. Así que me visto como yo quiera cuando quiera.

TB: Y así te sientes más tú, ¿No? Y resulta que es lo cool.

Enrique: Se le da la vuelta a la tortilla y al final mola más, pero no lo haces aposta, simplemente para mi es mucho mas cómodo ir con estos pantalones y con una camiseta, que ponerme una chaqueta… Y cuando me tengo que poner guapete, me pongo un traje de TomBlack y me voy al evento.

TB: Como persona que emprende, ¿Cómo ha sido tener una visión de lo que quieres, pero no saber explicarlo bien a los demás, o no sentir apoyo o confianza de otros, pero saber que tienes algo grande en la cabeza y es difícil porque la gente no lo entiende? 

Enrique: Si te soy sincero, eso no lo he vivido. Empecé tan pequeño que era como un niño esquiando, no tenia miedo por pura inconsciencia de lo que haces. Cuando monté la primera empresa no sabía qué estaba haciendo, no era consciente del impacto en la industria. Si lo hiciera ahora, lo haría de otra manera y peor. He ayudado a otros amigos a montar empresas y me digo que no se si sabría hacerlo bien ahora… La lié mucho al principio e iba con mucha soltura.

TB: Pero, pese a la inercia y el ir un poco a lo loco, ¿No crees que es importante organizar bien las ideas y hacerlo?

Enrique: A hacer se aprende haciendo pero, como les pasa a los artistas, no tiene nada que ver la obra cuando tienes 50 años que cuando tienes 20. Pero para hacer la de cuando tienes 50 años tienes que haber hecho la de a los 20. Nos obsesionamos con darle importancia a muchas cosas que no la tienen. Hay que relajarse un poco.

TB: Si realmente te estás dedicando a lo que te apasiona, y esa era un meta, pienso que has triunfado. ¿Qué es para ti el éxito?

Enrique: Sí, es eso, poder dedicarme a lo que realmente me apasiona, a lo que me gusta. Vivir relativamente bien, normal, de lo que me gusta, eso ya es mi proyecto de vida, no necesito mas. He tenido la suerte de poder tratar con auténticos mega multimillonarios cuyas vidas no las cambiaria por la mía. Suele pasar que cada uno quiere lo que no tiene, luego, cada uno tiene su mochila de experiencias detrás. Yo no se si esa gente es mas o menos feliz que yo… pero para mi el éxito es estar tranquilo, disfrutar de tu gente y disfrutar de lo que haces en tu día a día y sin agobios, al final, el tiempo pasa muy deprisa y estas de paso.

«El éxito es estar tranquilo, disfrutar de tu gente y disfrutar lo que haces, sin agobios. El tiempo pasa muy deprisa y estás de paso.»

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