Alejandro Amenábar

“Considero que en el creador tiene que convivir un lado racional y otro irracional”

TomBlack: ¿Quién es Alejandro Amenábar?

Alejandro Amenábar: Fundamentalmente Alejandro es un director de cine. Desde siempre me ha gustado todo lo que tiene que ver con lo audiovisual. La música de cine, el montaje, me ha gustado escribir, pero cuando me considero más yo mismo es como director de cine.

TB: ¿Te consideras un buen soñador?

A.A: Si…es fundamental. Primero porque muchas de las ideas las obtienes de los sueños, de los estados de semivigilia. Soñar es algo que está directamente relacionado con contar historias. Invitas a la gente a que sueñe. También es verdad que tengo una parte muy racional y a veces tengo que luchar contra esa parte.

TB: ¿O sea que eres bastante racional?

A.A: Si, y conforme crezco, aún más. Creo mucho en mi cabeza y en mi capacidad para razonar y sacar conclusiones. Creo que es en lo que más confío.  En ese sentido soy poco místico. Pero insisto, considero que en el creador tiene que convivir un lado racional y otro irracional, siendo este último el que te empuja a soñar.

TB: ¿Y qué tiene que tener un buen soñador?

A.A: Pues…imaginación. Dar rienda suelta a la imaginación. Creo, por ejemplo, que alguien como Einstein, pudo atisbar algo en su cabeza y eso fue a través de la imaginación, no se lo dieron las fórmulas. Él primero vió algo en su cabeza, tuvo la ensoñación, y luego buscó la fórmula matemática para que eso encajara.

TB: ¿Hace falta valentía para soñar?

A.A: ¡Claro! Todo lo que suponga hacer algo en el que además te expones al juicio del público saltando al ruedo, hay que ser valiente y osado. Yo pienso que muchas de las cosas que hice al empezar con veinte y pico años, a mi «yo» de ahora le habrían dado miedo ¡Y me atreví a hacerlas sin ningún tapujo! Cuando hacía los cortos o hice mi primera película, por ejemplo. Ahora intento entrar con más sigilo y moderación en un rodaje. Me gusta que la gente me aporte ideas y no entrar como un elefante en una cacharrería. La osadía que tienes de joven te da una seguridad que a día de hoy la tienes por la experiencia, pero en ese momento vas con una seguridad que ahora me sorprende.

TB: En una palabra, ¿Qué es un equipo para ti?

A.A:Pues en una palabra…“película”. Una cosa es escribir un libro, pintar un cuadro, pero en el momento en el que quieres contar una historia en imágenes, descubres el significado de la palabra «equipo». Por mucho que quieras controlar o muy poca gente con la que quieras contar, al final tienes un equipo y hay una labor de diplomacia. Depende de cada director. En mi caso, como no me gusta la confrontación, me gusta la conversación, contrastar ideas…hay mucho de diplomacia porque entran muchas energías como el ego por ejemplo. El aprender a  jugar con toda la aportación y el componente humano del equipo para mi es algo que me divierte mucho.

TB: ¿Qué es para ti el talento?

A.A: El talento es algo innato que se tiene y que no está relacionado con el trabajo. Aún así siempre digo que en una carrera lo que parece esencial es trabajo, talento y suerte. Cuando hay gente que me dice que no ha tenido suerte o que está esperando un golpe de suerte…es verdad ¡Yo tuve un golpe de suerte! Yo empecé muy pronto porque José Luis Cuerda vió mi corto. Me cuesta creer que si alguien tiene talento y capacidad de trabajo y está suficientemente enfocado, se puede quedar por el camino.

TB: Director de cine, guionista, compositor…¿Qué tal bailas?

A.A: ¡Fatal! (se ríe) Intento seguir el ritmo pero no, no. Además bailes de salón lo llevo fatal. Y música soy capaz de componer música para películas, generalmente, además cuando tengo el material rodado. Pero sería incapaz de escribir una canción, por ejemplo.

TB: ¿Cómo te inspiras para escribir guiones y hacer películas?

A.A: Puf…la inspiración viene de cualquier lugar. Esa es la pesadilla de cualquier creador. Tienes que encontrar cosas que contar y a veces el ejercicio de hacer películas supone estar esperando durante años o a que encuentres esa historia o a que encuentres la manera adecuada de hacerla. Es decir, empleo más tiempo en pensar “qué voy a contar” que en hacer una película. Una vez se lo que quiero contar, el proceso de escribirlo es asombrosamente rápido.

TB: ¿Qué es lo que se siente cuando grabas tu primer corto?

A.A: Casi te diría la sensación de cuando grabas tu primer plano. Ahora con los móviles cualquiera puede grabar un plano. Si yo de niño lo hubiera tenido, habría alucinado. Yo no pude grabar mi primer plano hasta los 18 años cuando conseguí comprarme mi primera cámara de vídeo. Placer absoluto.

Terminar esos planos, montarlo todo y verlo hecho… fue una sensación de desaliento total. La sensación es que habíamos hecho una cosa nefasta (se ríe). Está muy bien hacer cortos porque te enfrenta a esa osadía de la que hablaba antes y esa realidad de cuando haces algo y no te gusta nada. Pero de eso se aprende y ahí está el mérito de un chaval superándose e intentando hacerlo mejor.

TB: ¿Y qué sientes cuando consigues tu sueño tan joven?

A.A: Fundamentalmente te sientes realizado. A mi el cine me ha ayudado a realizarme como persona, socializar mucho más, analizar tu vida, donde quieres ir, que quieres hacer. Plantearte si tienes que poner los pies en el suelo..A mi me ha dado una visión..Va a sonar raro pero el éxito me ha hecho menos arrogante que cuando no lo tenía.

TB: ¿Te sigues divirtiendo igual que antes o más?

A.A: !Igual que antes¡ Divertirse es algo fundamental. Se las películas con las que me he divertido y con las que he sufrido. En un rodaje se sufre pero hay que tener la pasión de contar la película, porque si no es tirar la vida. La vida es muy corta y las películas tardan mucho en hacerse. Tengo que hacer cosas con pasión y con las que lo esté pasando bien.

TB: ¿Ser Alejandro Amenábar a día de hoy es una responsabilidad?

A.A: Si…eres un personaje público y eso siempre lo he vivido como parte de mi trabajo. Con los años he descubierto que hacer películas no tiene que ver con lo que me van a pagar o lo que voy a ganar. Tiene que ver con la historia que tengo que contar. Es la mejor manera de expresarme. Y eso es una gran responsabilidad. Yo digo quien soy o lo que pienso a través de mis películas.

TB: ¿Qué consejo darías a una persona que lucha por su sueño?

A.A: Que luche lo razonable. A ver, es difícil decir eso. Yo soy una persona que he luchado por mi sueño y lo he conseguido, con relativa facilidad y muy pronto. ¿Cómo le dices eso a una persona que se te acerca con 50 años y te dice que está luchando por su sueño? Hay gente que lo logra “tarde”. Entonces es duro decirle a alguien que no luche hasta lo imposible. Pero bueno creo que hay que tener una visión un poco práctica y hay que luchar lo razonable por el sueño. A veces es duro decirle a la gente que no sueñe…